En los último años la genética está avanzando a pasos acelerados si la comparamos con otras ciencias. La secuenciación completa del genoma humano en el año 2000 ha abierto innumerables puertas a la investigación para la cura de enfermedades humanas que hoy en día todavía no se han erradicado. Dentro de 15 o 20 años, podremos ir al médico y obtener nuestro genoma humano personal, descubrir las enfermedades que tendremos en un futuro, tratarnos contra ellas y aumentar nuestra esperanza de vida considerablemente.
Sin embargo, a pesar de los logros conseguidos en la genética, nuestro enfoque en la enseñanza de la misma sigue siendo teórico y poco práctico, hasta tal punto de que muy pocas personas pueden explicar qué es un gen, cómo se obtiene una muestra de ADN o qué utilidades puede tener esta ciencia.
La siguiente actividad de laboratorio está propuesta para alumnos de secundaria. Consiste en la extracción de ADN humano del tejido epitetial humano, con el objetivo de que el alumno pueda ver con sus propios ojos su propio ADN a simple vista y bajo el microscopio, familiarizándolo así con una ciencia que será dentro de unos años fundamental para su salud.
El proceso de extracción del ADN es sencillo, tan solo se necesita una muestra de saliva de cada alumno, sal común, bicarbonato de sodio, agua mineral, lavavajillas y alcohol etílico a 96º. Tras un procedimiento de a penas 30 minutos, que no requiere material especializado, el alumno puede visualizar unas fibras blanquecinas que son las moléculas de ADN, incluso puede teñirlas con azul de metileno y verlas bajo el microscopio.
Con esta actividad se consigue atraer la atención del alumno hacia la parte práctica e investigadora de la genética, además de, si se combina adecuadamente con la teoría, facilitar al alumno el aprendizaje de los conceptos dados en clase.
Esta sencillez en el proceso de obtención del ADN, que hace unos años era impensable, convierte a esta actividad en una de las más innovadoras en el bloque de genética de las ciencias naturales. Además el hecho de que sea el propio ADN del alumno el que se observa bajo el microscopio provoca que el alumno participe, observe y aprenda, bajo un estado de gran estimulación.
